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Janis canta una canción
$9.890En 1987, las cosas eran muy distintas a como son hoy. Janis entonces tenía diez años, quería ser cantante e ingresa al coro del colegio. Las cosas no salen como ella habría deseado, pues su voz desafinada le impide viajar a la capital, donde concursaría su colegio, y esto la ponemuy triste. Sin embargo, descubre un mundo nuevo para ella cuando conoce a Mariana y a su abuelo enfermo, quien la confunde con su difunta esposa y le pide cantar para él. Así se da cuenta de lo mucho que disfruta haciéndolo, aunque sea en la regadera.
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¿Qué hacemos con Valentina?
$8.490Papá y Mamá están muy preocupados. De pronto, su hija Valentina dejó de ser la tierna niña que a todos encantaba en el barrio: su cuerpo se cubrió de un extraño pelaje, le crecieron largos bigotes ¡y una cola! Papáy Mamá no entienden nada. ¿Qué le está pasando a Valentina?
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Max Urdemales y la guerra Illuminati
$9.890Tras rescatar a su madre en la batalla de Quicaví, Max y sus amigos descubren que, durante su estadía en isla Mocha, los volúmenes del Gran libro del tratado y orden de derecho sobrenatural de los Cuartos Nacidos fueron robados por los Reptilianos Illuminati. El mundo de los Terceros Nacidos está siendo sacudido y Max busca ayuda, pero el Corredor ha sido destruido: la única alternativa será buscar aliados en el Contramundo.
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La Sombra, investigadora privada
$8.990¿Eres fan de 31 Minutos? Bienvenido a un nuevo mundo de aventuras junto a nuestros amigos más queridos.
¿Eres amante de las intrigas? Mi instinto de detective me dice que si estás leyendo estas páginas es porque te apasiona el misterio tanto como a mí. Permíteme presentarme: soy La Sombra, la mejor detective que jamás haya existido. Mi olfato para descubrir secretos es infalible, y mi astucia me convirtió en leyenda en los pasillos de 31 Minutos (o eso me gustaría, al menos).
En este libro te enseño lo necesario para que investigues tus propios misterios y logres convertirte en detective.
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Once Relatos Mitológicos y uno más de propina
$9.890Los relatos mitológicos de griegos y romanos son un espejo en el cual podemos contemplarnos: nuestra avaricia puede asemejarse a la del rey Midas, quizás conocemos personas con un narcisismo que nos recuerde al de Narciso, o tal vez vivimos, o hemos vivido, un amor tan intenso como el de Eros y Psique o Apolo y Dafne.