Los Dursley eran tan malos y horribles ese verano que todo lo que Harry Potter quería era volver al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Pero justo cuando está empacando sus maletas, Harry recibe una advertencia de una criatura extraña y traviesa llamada Dobby que dice que si Harry Potter regresa a Hogwarts, ocurrirá un desastre.

Y golpea lo que hace. Porque en el segundo año de Harry en Hogwarts, surgen nuevos tormentos y horrores, incluido un nuevo profesor escandalosamente engreído, Gilderoy Lockhart, un espíritu llamado Myrtle la Llorona que frecuenta el baño de las niñas y las atenciones no deseadas de la hermana menor de Ron Weasley, Ginny.

Pero cada una de estas parecen molestias menores cuando comienza el verdadero problema, y ​​alguien, o algo, comienza a convertir a los estudiantes de Hogwarts en piedra. ¿Será Draco Malfoy, un rival más venenoso que nunca? ¿Podría ser Hagrid, cuyo misterioso pasado finalmente se cuenta? O podría ser el que más sospechan todos en Hogwarts… ¡el mismísimo Harry Potter!

Reseña de editorial

Durante doce largos años, la temible fortaleza de Azkaban mantuvo a un infame prisionero llamado Sirius Black. Condenado por matar a trece personas con una sola maldición, se decía que era el heredero aparente del Señor Oscuro, Voldemort.

Ahora ha escapado, dejando solo dos pistas sobre hacia dónde podría dirigirse: la derrota de Harry Potter de Ya-Sabes-Quién fue la caída de Black también. Y los guardias de Azkaban escucharon a Black murmurar en sueños: “Está en Hogwarts… está en Hogwarts”.

Harry Potter no está a salvo, ni siquiera dentro de los muros de su escuela de magia, rodeado de sus amigos. Porque además de todo, bien puede haber un traidor en medio de ellos.

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